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La práctica de mindfulness o atención sostenida está avalada por numerosos estudios realizados por universidades prestigiosas del mundo como las de Oxford, Cambridge o Harvard, donde se ha demostrado cómo su práctica beneficia al bienestar emocional.
Una investigación publicada en la revista Journal of Internal Medicine reveló que practicar media hora de mindfulness al día podía tener efectos positivos en la percepción del dolor y aliviar los síntomas de la depresión o la ansiedad.
¿Qué es el mindfulness?
El mindfulness es tener conciencia plena en el aquí y ahora, es decir, prestar atención al momento presente. Su práctica nos permite poner nuestro foco de atención en el momento presente y entrenar a nuestro cerebro a manejarse con los pensamientos, dado que los principales riesgos vienen de él.
La práctica de mindfulness o atención sostenida está avalada por numerosos estudios realizados por universidades prestigiosas del mundo como las de Oxford, Cambridge o Harvard, donde se ha demostrado cómo su práctica beneficia al bienestar emocional.
¿Cómo funciona?
Nuestro sistema de alerta es una parte del sistema nervioso que se activa ante amenazas a nuestra supervivencia. Nos sirve para ser capaces de reaccionar rápidamente ante situaciones de riesgo, por lo que es indispensable para preservar nuestra vida. Pero lo que no es indispensable es mantenerlo activado constantemente, cosa que hacemos de forma inconsciente y frecuente. Por ejemplo, se activa al preocuparnos cuando anticipamos situaciones que nos causan ansiedad, angustia o miedo, pero que en realidad no suponen amenazas reales. La continuidad de ese estado de alerta permanente (y recordemos, inconsciente) no nos beneficia.
Desactivar ese sistema de alerta y activar por el contrario nuestro circuito de satisfacción – calma con el fin de experimentar estados de tranquilidad es beneficioso tanto para nuestro cerebro como para nuestra salud emocional, según demuestran muchos de los estudios mencionados. Aquí es donde entra en juego el mindfulness, pues se trata de activar nuestro sistema de satisfacción.
Cómo aplicamos mindfulness a la vida diaria
Cuando te inquietas “por adelantado” o juzgas cosas en tu entorno de forma negativa puedes fomentar pensamientos de preocupación, ansiedad, etc., es decir, estás en un momento de confusión o malestar y tu circuito o sistema de alerta se activa.
Cuando este circuito se estimula, inconscientemente, te estás preparando para luchar, huir o quedarte paralizada. Esto sería funcional si tu supervivencia estuviese en peligro (por ejemplo, sin protección ante una leona). Sin embargo, las situaciones de peligro reales no abundan en nuestro día a día, por lo que tendemos a sustituirlas por otros “miedos” (una entrevista de trabajo, una discusión, un problema cotidiano). En definitiva, nuestro sistema de alerta suele estar continuamente activado y eso puede conllevar a problemas de salud.
Con la práctica de mindfulness lo que haces es desactivar el circuito de alerta para poder activar tu sistema de calma y seguridad. Es decir, volver a llevar a tu cuerpo a un estado de calma y conexión contigo.
Para qué sirve
Solemos ir corriendo a todas partes, todo el día atareadas con la sensación de no tener tiempo suficiente, de no llegar a todo. Vamos en “piloto automático” sin poder apreciar todo lo que sucede, sin “estar presentes”. Demasiadas veces, nos asedian pensamientos que no nos dejan en paz. Algo que juzgas que has “hecho mal”, críticas, comentarios negativos, anticipar resultados negativos que ni siquiera han tenido lugar…Todo este torrente de pensamientos genera en ti emociones que acabas evitando y acallando, en lugar de gestionarlas de forma eficiente para tu bienestar emocional.
Justo en ese punto funciona mindfulness, en el de ser capaz de acercarte poco a poco a la experiencia que estás viviendo. Observándola, no juzgándola. Separándote de tus pensamientos y emociones para poder gestionarlos y favorecer la autorregulación emocional.
Usando mindfulness entrenaremos tu capacidad de conciencia para que puedas responder y gestionar, en vez de reaccionar.
A través de mindfulness fomentamos la aceptación de la situación (diferente a la resignación), tomando un papel activo desde el “qué puedo hacer yo con todo esto o qué puedo aprender”, desarrollando de esta manera nuestro empoderamiento y bienestar emocional.
Beneficios del mindfulness
La práctica del mindfulness o atención plena tiene múltiples beneficios. A continuación te revelo solamente unos cuantos.
Beneficios Cognitivos
Actitud más curiosa y abierta a las experiencias
Percepción precisa de la situación, sin juicios
Calmar tu mente
Mente más centrada
Contacto con el momento presente
Manejo de los pensamientos
Mejor memoria
Favorece la creatividad y la capacidad de adaptación
A través de mindfulness podemos observar toda la información que nuestro cerebro nos manda en forma de pensamientos, recuerdos, imágenes o palabras, sin quedarnos enganchados en ello. De esta manera, aunque el cerebro nos “hable” constantemente, podemos seguir con nuestra vida, siendo conscientes de lo que nos dice y pudiendo tomar distancia de estos mensajes. No cambia tu personalidad sino tu perspectiva.
Beneficios Emocionales
Aumento de la inteligencia emocional
Autoconciencia emocional
Autorregulación emocional
Apertura a las emociones
Menor reactividad emocional
Menores índices de ansiedad y estrés
Desarrollo de la compasión y de la amabilidad
Resiliencia emocional
A nivel emocional mindfulness nos ayuda a desenvolvernos con mayor ecuanimidad y graduar la intensidad emocional que tenemos como respuesta ante lo que nos sucede. Aceptar las emociones que nos resultan más desagradables, con lo evita que aumenten o se enquisten. Por ello nos permite tener más tonalidades emocionales y entrar en contacto con ellas, tomar distancia y evitar quedarnos aferradas.
Beneficios Corporales
Calmar tu cuerpo / Capacidad de relajación
Conciencia corporal
Gestión de las sensaciones fisiológicas
Manejo del dolor físico
Aprender a parar y sostener la inquietud de estar haciendo nada
Menor reactividad
Aumenta la capacidad inmunológica
Facilita la calidad del sueño
Entrar en contacto con nuestro cuerpo desde la observación, apertura a las sensaciones físicas que emerjan y con plena aceptación a él, nos ancla al momento presente. De este modo, a través de mindfulness podemos relacionarnos de forma diferente con nuestro cuerpo, con la situación y con lo que percibimos, dándonos la capacidad de responder conscientemente. Además, facilita que nuestro cuerpo se relaje y mejore a nivel inmunológico.
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