Cómo afecta a las mujeres la carga mental
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En este post quiero explicar cómo la carga mental afecta a las mujeres y darte algunas ideas sobre cómo puedes disminuirla.
En el ámbito doméstico y familiar, suele ser en su mayoría la mujer la que sufre esta saturación mental. Por eso a la carga mental se la conoce como “síndrome de la mujer cansada”. Y es que, culturalmente, está asignada la asunción de este rol a la mujer. Pese a que hay patrones que hemos ido cambiando a nivel general como sociedad y a nivel individual, aún se dan estos modelos de comportamiento propios de la cultura patriarcal. Cabe mencionar que existen hombres que también sienten esta carga mental doméstica, aunque sean una minoría.
Qué es la carga mental
La definición de carga mental recoge el esfuerzo cognitivo que realiza la persona. En el ámbito doméstico, la carga mental, es un esfuerzo sostenido e intencionado que tiene como resultado que la persona que lo realiza acabe agotada.
Por ejemplo, la preocupación por que las tareas estén hechas y, además, de una determinada manera, son cargas emocionales invisibles que aumentan cuando no se ven recompensadas ni social ni económicamente.
Cómo hemos llegado a esta situación las mujeres
La cultura patriarcal, ha asignado a las mujeres el rol de ser superwoman, esos comportamientos, dentro de la pareja y de la familia. Lo hemos interiorizado tanto que nos lo hemos tragado sin digerirlo, esforzándonos por alcanzar ese “ideal” de mujer el cual nos hace sentir insatisfechas.
Se nos ha asignado un rol
En ocasiones nos creemos que podemos atender a todo y a todos, dentro y fuera de casa. Y, en el caso de haber niños y /o padres a los que cuidar, se suman las responsabilidades familiares.
La incorporación de la mujer al mundo laboral no ha hecho más que empeorar esta cuestión dado que ahora además de trabajar dentro de casa, se suma la carga de ser trabajadora fuera de casa. Los diferentes roles que tienes que adoptar pueden llegar a influir incluso en tu desempeño profesional. En el caso de poder compatibilizar todos estos roles, te encuentras como mujer tremendamente agotada.
La carga mental también es resultado de la necesidad de control
Por otro lado, la necesidad de control, ante situaciones inciertas, como puede ser en este caso la situación generada por la Covid-19, puede llevarnos a ejercer un control constante sobre las cosas en las que sí tenemos poder. Así reducimos nuestra posible angustia o malestar ante lo que ocurre.
El perfeccionismo aumenta tu agotamiento mental
La alta autoexigencia para cumplir con este patrón ideal puede llevarnos a estar constantemente estresadas para llegar a todo. Viendo fallos constantemente en nosotras y en lo que nos rodea. Minamos nuestra autoestima y seguridad en nosotras mismas, para buscar reconocimiento, aceptación, y, en conclusión, tener mayor posibilidad de ser amadas.
Ser imprescindible afecta a la carga mental en las mujeres
Evitar delegar nos hace creer que somos imprescindibles y eso, amiga mía, en contra de ser algo “positivo”, es un arma de doble filo. Si “sólo yo puedo hacer las cosas, porque nadie más sabe cómo hay que hacerlas”, supondrá que cargues con toda la responsabilidad de esas tareas y su ejecución sobre tus hombros.
Consecuencias de la carga mental en las mujeres
Las consecuencias de cómo nos afecta la carga mental a las mujeres, a nivel emocional son sentimientos de frustración, irritabilidad, angustia; mayor autoexigencia y exigencia con los miembros de la familia. También puede suponer un aumento la ansiedad y el estrés.
A nivel físico, agotamiento, tensión muscular, malnutrición ya sea por aumento de peso (por la falta de cuidado y posible comer emocional) o, al contrario, disminución de éste por falta de tiempo para alimentarte como necesitas. En conclusión, el cuerpo descansa, pero la cabeza no.
En cuanto a las relaciones dentro de la familia, los vínculos pueden verse perjudicados. Por un lado, aumenta la probabilidad de conflicto y crisis con tu pareja, incluso dando lugar a rupturas. Por otro lado, puedes ceder y al final perder la ilusión por ti, por tu vida, por tu pareja o por tus hijos. Encontrando disfrute en cualquier lugar, menos en casa.
Cómo puedes disminuir cómo te afecta tu carga mental si eres mujer
Tal vez llegado a este punto te preguntes cómo puedes disminuir tu carga mental. A continuación, te planteo algunas ideas para disminuirla.
Comunica qué necesitas para aliviar tu carga mental
- Conecta con lo que necesitas y date el permiso de comunicarlo.
- Comunica cómo te sientes, lo que necesitas, a tu familia y haz una petición explícita y concreta.
- Reconoce que parte de la necesidad de que esté todo de una determinada manera que es tuya y no del otro. Flexibiliza tu postura y negocia.
- Recuerda que tenéis un objetivo común: cuidar la familia (ya seáis 2 o 12).
Haz equipo con tu pareja
En el caso de tener pareja, es importante que tu pareja y tú os cuidéis, que hagáis equipo. Que podáis trataros como iguales, donde tú no estés mandándole constantemente qué tiene que hacer ni tu pareja esté constantemente evitando asumir ciertas responsabilidades. Si te comportas como su madre, puedes llegar a dinamitar la relación.
Regálate tiempo de soledad
Acuérdate de que para poder estar bien necesitas tener momentos para fomentar tu individualidad y soledad, ya sea para el descanso o para el ocio. Un momento en el que puedas desarrollar diferentes facetas de ti, libre de culpa.
Conecta contigo/Cuídate
Sé tu propia prioridad. No es egoísmo, es autocuidado. Si tú te cuidas, podrás cuidar y atender mejor al resto. Atiéndete físicamente, haz deporte, es importante que conectes con tu cuerpo y lo ejercites. Esto hará que mejore tu autoestima.
Dedica tiempo a trabajar tu desarrollo personal y empoderamiento.
Cuida tu alimentación. Si tienes necesidad de llevar a cabo unas pautas alimentarias, hay estupendos profesionales a los que puedes acudir. Personalmente te recomiendo a Julia Velasco. Ella puede ayudarte con tu plan nutricional y con el de tu familia.
Si no sabes cómo empezar a disminuir tu carga mental, no dudes en contar con un profesional de la psicología para prevenir un problema mayor.
Conclusión
Cuando me planteé escribir este post me di cuenta de lo fácil que resulta ponernos de víctimas a las mujeres y señalar a los hombres como poco considerados. Nada más lejos, con este post pretendo fomentar tu empoderamiento femenino para que, en vez de quedarte en el rol de víctima, puedas ponerte en acción para identificar qué te pasa, qué necesitas, qué quieres conseguir y que actúes en coherencia con ello.
También quiero señalar que existen muchos hombres que saben la carga que asumimos las mujeres y ya no solo co-laboran, sino que se comprometen a promover con sus acciones un cambio social.
Es por lo que, en mi opinión, el cambio no ha de ser una caza de brujas contra los hombres ni contra las mujeres que mantienen la desigualdad de género, sino una cooperación y colaboración entre las personas que nos sentimos comprometidas a favor de ese cambio y de la igualdad.
Y tú, ¿notas esa carga mental? ¿Cómo la gestionas?
Te animo a que compartas conmigo y mis lectores tu experiencia. ¡Estaré encantada de leerte en comentarios!